Esta es una traducción de la entrada de blog sobre los PhD realizada por Inger Mewburn, investigadora de la Universidad Nacional de Australia, quien es la creadora del The Thesis Whisperer (la entrada original la puedes encontrar aquí)
La educación superior está en una clara crisis económica. Quizás has perdido tu trabajo y te estés preguntando cómo te vas a mantener (situación que lamento). Es díficil saber si conseguirás más o menos cátedras de docencia en el próximo semestre y qué formas tomará: ¿será en línea o presencial? Quizá se cancelen algunos de tus cursos porque no hay suficientes estudiantes de (pre)grado aún matriculados.
Todo gira alrededor de la incertidumbre sobre el futuro.
La combinación de temor e incertidumbre te pueden quitar las esperanzas. La desesperanza es la peor parte: es díficil levantarte en la mañana y tu forma de vestir alcanza un nuevo mínimo
Si este eres tú, sigue leyendo
Ser el cambio que queremos ver
Trataré de generar algo de esperanza, pero primero hay que decir algunas verdades. La forma en que hacemos el PhD tiene que cambiar o no será un título que valga la pena. Pero no es necesario esperar a que las universidades hagan relevantes los doctorados para un mundo pos-pandemia: lo podemos hacer por nosotros mismos.
Podemos ser el cambio que queremos ver.
¡Debemos serlo!
Y que genial oportunidad es el doctorado: el ejemplo más puro de aprendizaje centrado en el estudiante que puedes encontrar. Tiempo, materiales y asesoría de expertos para explorar lo desconocido. Una oportunidad de trabajar en problemas inmensos que no tienen solución sencilla. Los problemas que nadie más te pagaría para intentar resolver. La oportunidad de hacer una diferencia.
Las universidades son excelentes sitios para hacer el PhD. La mayoría ofrece una multiplicidad de recursos – librerías, laboratorios, zonas de estudio. Hay todo tipo de personal de apoyo para ayudarte. Cada campus es una abundancia de conocimiento al cuál tienes acceso casi que ilimitado.
Pero, aunque el potencial del doctorado es inmenso, los profesores llenamos tu tiempo con expectativas basadas en la academia del pasado. Peor aún: tiendes a creernos y hacer lo que decimos, incluso cuando no tiene caso hacerlo.
Tu supervisor tiene un gran poder – lo que es una razón para que la academia sea comparada con un culto religioso. Debido a la confianza en nuestra habilidad para orientar, pocos estudiantes toman toda las ventajas que hay al ser un estudiante doctoral. De esta forma, los fantasmas de la academia del pasado nos siguen persiguiendo en el presente, y nublan nuestra visión del futuro.
Distintos expertos han sugerido que tendemos a usar los recuerdos del pasado para imaginar el futuro, por lo que mucha proyección al futuro es esencialmente una forma de nostalgia.
Piensa en las películas de ciencia ficción: mi favorita, el film de los pasados años 20 “Metrópolis”, imaginó una ciudad futura que lucía similar al Chicago de los 1920, pero potenciado. El video del lado dice más sobre las formas en que las personas pensaban y actuaban en su propia época, que en el futuro:
Para nuestro bienestar es importante imaginar el futuro. Nuestras ideas sobre él motivan nuestras acciones en el presente. Nuestros PhD son creados para ser una cruzada de aprendizaje para el futuro, pero la mayor parte del tiempo las personas son alentadas para replicar comportamientos de una academia del pasado.
Les pedimos a los estudiantes de doctorado que participen en actividades que se acercan a un ritual. Los alentamos que publiquen en revistas que solo leen otros académicos, reforzando la imagen de que no importan las opiniones de otras personas. Los motivamos a que viajen alrededor del mundo y participen en conferencias a las que solo asisten los académicos. Eso sin mencionar las barreras invisibles, junto al esnobismo, cuando surge la posibilidad de realizar investigación asociada a la industria. Así, inducimos a los estudiantes a generar “capital académico” – conocimiento que te ayuda a jugar el juego de la publicación – a costa de las habilidades técnicas que se trasladarían directamente a un puesto seguro fuera de la academia (dónde a nadie le importa cuántos artículos has publicado).
Constantemente se desalienta a los estudiantes doctorales de hacer cosas que quizá les ayudarían en su carrera, como participar en competiciiones de hablar en público, ser parte de blogs, hablar en podcast o documentales, desarrollar ideas comerciales – o incluso enseñar. Esta desmotivación se da en dos formas:
1.) Explicitamente, al decirte que una actividad “no académica” es una “pérdida de tiempo” y/o interfiriendo con tu habilidad de dedicar tiempo al desarrollo profesional,
2) Implicitamente, al modelar solamente una forma de SER un académico: aquella que escribe artículos académicos, asiste a conferencias académicas, etc.
En realidad no se les puede culpar: ellos saben que se retrasarán sino publican artículos que impulsen a sus universidades en los rankings. Ellos tienen que publicar para ser competitivos en convocatorias. Todos somos víctimas del sistema. Pero este sistema dificulta que los estudiantes dediquen tiempo en desarrollarse completamente como profesionales porque personas como yo siempre estamos una inercia cultural. Los estudiantes de doctorado son listos. Ellos están más que dispuestos a copiar los modelos de éxito a su alrededor.
Rituales y nivel de dificultad en el doctorado: la disertación
Una de las partes con mayor ritualidad del PhD es la disertación. Se le dedica una enorme cantidad de tiempo y yo cuestiono profundamente el sentido del ejericcio. Los académicos te empujamos a dedicar una gran cantidad de tiempo en la disertación porque es algo difícil de hacer. Nuestra universidad mantiene un conjunto estable de instructores en escritura porque muy complejo escribir una. Y aún así, ¡la disertación es una forma de escritura que casi todos detestan leer! Y no – no creo que el doctorado por publicación es mejor: tan solo multiplica la dificultad puesto que incluye pares evaluadores y flujos de publicación obsoletos de las revistas.
El PhD debe ser difícil – pero la dificultad podría tomar otras formas. La revisión por pares es importantes, pero no tiene que ser a través de la lectura de textos largos y densamente escritos. Es difícil evitar la conclusión de que la disertación es más un ritual que una experiencia de aprendizaje.
Por supuesto, desde hace mucho las universidades han reconocido la poca idoneidad del currículo del doctorado, y por eso existe mi posición laboral. Mi equipo ayuda a las personas a desarrolalr habilidades profesionales en temas como comunicaciones o gestión de proyectos. Te ayudamos a explorar formas en las que seas más adaptable y resiliente para que te puedas aproximar a otras opciones de carrera con mayor confianza. Pero solo la mitad de los estudiantes de doctorado en la ANU encuentran nuestros talleres.
No somos la única unidad ofreciendo entrenamiento adicional. La mayoría de estudiantes de PhD no pasan suficiente tiempo aprendiendo los paquetes de programación más avanzados o desarrollando sus capacidades estadísticas: habilidades que son inmediatamente convertibles en dinero en el sector privado. Aprender estas habilidades puede ser fácilmente solucionado al “auditar” seminarios de pregrado o de maestría, pero la mayoría de supervisores no sugieren esto como una opción. En mi universidad, como en otras, la gente asiste es a cursos sobre como escribir artículos de revista, pero casi nunca a los cursos de como hablar en público – una habilidad mucho más transferible.
En vez de pasar tiempo desarrollando un portafolio laboral completo, muchos estudiantes de doctorado deciden imitar a sus mentores, moldeando un comportamiento para una futura carrera académica, y en contravía de su propio bienestar. Cuando veo esto, me rompe el corazón. Es más triste asesorar estudiantes de doctorado que no tienen expectativas laborales reales incluso seis o doce meses luego de su grado. Ahí es cuando la niebla se levanta y muchos se dan cuenta de cuanto tiempo desperdiciaron en señales de éxito académico que no tienen utilidad afuera de la academia.
Mi institución no es peor que las otras, solo que yo tengo una visión más global que muchos sobre las dinámicas entre las expectativas del supervisor y el comportamiento del estudiante. El ver estudiantes de PhD dispuestos a poner las necesidaes, deseos y solicitudes de sus supervisores por delante de las de ellos, todo por un futuro imaginario, me ha molestado y deprimido por más de quince años. Ahora el ver a los supervisores impulsar a las personas a que vivan en el pasado mientras el mundo se derrumba alrededor nuestro me está enfureciendo.
Me molesta cuando escucho supervisores presionando a sus estudiantes a que solo escriban durante el aislamiento en vez de desarrollar habilidades de análisis técnico (o tomar cierto tiempo para poder atender sus obligaciones financieras y emocionales). Tener estudiantes que tienen que abandonar sus seminarios porque su supervisor los llama de repente para atender reuniones “urgentes” por Zoom me enfurece (en serio, ¿realmente son tan urgentes?). Debes escuchar lo que dice tu supervisor sobre tu trabajo, ero también deberías escucharte a ti mismo sobre tu carrera. No quiero que estés llorando 6 meses después de tu grado. Quiero ayudarte a que aproveches al máximo la oportunidad del doctorado.
El primer paso es empezar a aproximarte conscientemente a tu doctorado de tal forma que no vas a ser un académico y que lidies con estas expectativas explícitas e implícitas.
Otras formas de pensar el PhD
El mundo está en disrrupción justo en este momento. Una verdadera disrrupción, no simplemente el reemplazo de taxis con Uber. El cómo respondemos a esa disrrupción, individualmente y colectivamente, es importante. Necesitamos crear un doctorado para el futuro, que sea diferente al del pasado. Necesitamos crear las condiciones para un estudiante de PhD realmente pueda resaltar. Pero tristemente, siento que la carga del cambio caerá sobre tí, querido lector, para actuar diferente.
Tu podrías pasar este tiempo desarrollando viejas formas de capital académico – por ejemplo como sobrevifir en el proceso de la revisión por partes. Pero mi aporte como experta en la empleabilidad de doctores: más capital académico no se convertirá en seguridad laboral cuando hay muy poca seguridad laboral disponible. Las universdidades que antes tenían personal académico de planta probablmente reconvertirá estas posiciones como temporales. La poca disponibildad de seguridad laboral generará ultra competitivdad entre tus pares. De hecho, si la crisis económica resulta tan desastrosa como algunas de las predicciones, muchos académicos experimentados podrían verse sin trabajo en ese mercado laboral. Entonces, estarás compitiendo con los peces grandes, no solo con tus similares.
Algunos de ustedes podrían darse un soporte con trabajo duro e intelligencia, lo cual es genial. Me alegra que crean en ustedes mismos. También tengo fe en ustedes, pero quisiera que consideraran: ¿Qué costos asumirás por ello? ¿Qué te pasará emocional, social y espiritualmente? ¿Qué pasa con tu salud? ¿Vale la pena todo ese sacrificio por un trabajo en la academia?
Esto no significa que abandones tu PhD, lejos de eso. Los doctores que trabajan fuera de la academia tienden a ganar mayores salarios. Quienen ganan mayores salarios no tienen tanta probabilidad de perder el trabajo en un recesión.
A largo plazo, el seguir en tu doctorado quizá sea una movida más inteligente que abandonar. Pero claro, no se puede asegurar con plena confianza porque algunos empleadores no entienden que es un doctor. Si decides continuar, es más importante que nunca el aprovechar el tiempo para alcanzar todo tu potencial. Necesitas convertirte en el mejor investigador, solucionador de problemas y creador de valor que puedas ser. Y no quiero decir “creador de valor” en un estilo del Silicon Valley, sino que quiero decir de alguien que hace cosas por la que la gente pagará (solo la academia te pagará por hacer artículos de investigación).
¡Así que haz todo lo extra! Busca proyectos alternativos. Aprende a programar en R o en algo similar. Habla con comunidades e industria sobre lo que es importante. Haz una pasantía paga.
Pero algunos de ustedes no estarás seguro,s o incluso serán directamente hostiles a la idea de que no deberías comportarte como tus mentores. Eso está bien, es difícil ser diferente. O quizá sea demasiado por ahora. Además, estás ocupado. Te puedo escuchar decir: “Es fácil para ti decirlo Inger, pero tengo una fecha límite y no puedo obtener este PhD sin esta disertación!”.
Bueno, aquí hay una cosa que nadie realmente dice en voz alta. Tu solo puedes pasar o fallar un doctorado: no obtendrás un crédito extra por hacer un mejor trabajo que el resto de gente.
No es que te esté recomendando que hagas un trabajo mediocre o malo, sino que tan solo te pido que pienses diferente especificamente sobre la disertación. Si la ves como un ritual o una prueba más que una reflexión sobre tu identidad como académico, tu eres libre de preguntarte: ¿cuál es el mínimo con el que puedo pasar? En vez de una tesis de 100 mil palabras, quizá sea suficiente una con 65 mil o menos. Usa el resto del tiempo para tomar ventaja de las oportunidades a tu alrededor.
Sino vas a ser un académico, hacer muchos artículos académicos es un desperdicio de tiempo y de esfuerzo (no obstante, sigue enseñando puesto que hay grandes aprendizajes de comunicación y organización). Preguntate de verdad que puedes hacer para compartir tus hallazgos y obtener la retroalimentación de otros expertos; especialmente si estás en las humanidades. Deja de solo presentarte a las clases que te enseñan como escribir artículos. No sigas poniendo esa señal de exito académico por enciima de otros tipos de aprendizaje. Si de verdad quieres mejorar tu escritura, aprende como escribir un reporte o un memorando. O usa el tiempo que habrías gastado escribiendo artículos para mejorar tus habilidaes técnicas, incrementa tu conocimiento estadístico y desarrolla una gran cantidad de habilidades de ocmunicación.
Me pierdo
Sé el cambio que quieres ver. Es difícil ir en contra de las normas del comportamiento académico, pero personal mente siempre lo he encontrado valioso cuando lo hago. Alejarte de un futor académico imaginario podría ser liberador para tu creatividad. ¿Qué tipo de cosas podrías escribir, qué objetos podrías crear, sino tuvieras ese futuro académico delante tuyo? En vez de un artículo académico, ¿Podrías escribir un reporte público para influenciar la política? ¿Podrías estar haciendo un podcast, escribiendo un blog, diseñando un video de youtube, crear un documental o algo así? Apuesto a que harías algo maravilloso.
Piensa de ti mismo como un si fueras un freelancer que es un experto para ser contratado. Preguntate ¿qué problemas puedo resolver y quién me pagaría para eso?
Tendrás frenos. Cuando los enfrentes, recuerda que la mayoría de las personas imaginan el futuro de manera nostálgica. Nosotros ya no tenemos el tiempo para eso. Te llamo para que uses los recursos y experticia de la universidad para crear la experiencia doctoral que tu quieres. Debería ser una que te convierta en un investigador altamente entrenado, comunicador, solucionador de problemas y creador de valor. Este PhD te capacita para abordar problemas y usar aprendizajes de investigación para ayudar y sanar, no solo recitarlos en revistas académicas que están detras de muros de pago. Este doctorado te prepararía, una persona muy inteligente y de fácil aprendizaje, para salir de esta pandemia o empezar tu propio proyecto.
No hay nada que nos detenga de movernos hacia la nueva academia, excepto quizá una nostalgia por un mundo académico que ha dejado de existir desde hace cierto tiempo, si es que existió.